Después de la pequeña parada, nos acercamos a ver una de las joyas del románico de la Ribeira Sacra, la pequeña pero imponente iglesia de San Estevan de Ribas de Miño.
La Ribeira Sacra no sólo es un lugar de buenos vinos, sino que también es una de las regiones europeas con mayor concentración de iglesias románicas, con la importante característica de que la mayoría de ellas están en muy buen estado de conversación. La pena es que muchas están siempre cerradas y el visitante sólo puede contemplarlas desde fuera.
Desde luego, aunque la iglesia de San Estevan de Ribas de Miño esté cerrada, vale la pena acercarse para contemplar no sólo las espectaculares vistas que se pueden ver desde el privilegiado lugar en el que se levanta, sino también su espectacular fachada occidental, posiblemente obra del taller del Mestre Mateo.